17 – 18 de enero
Estamos en Puerto Madryn, meca de los avistamientos de ballenas. Lástima que ya no estén por la zona, por lo que conseguir alojamiento es más sencillo de lo esperado. Nos alojamos en un hostal bonito con baño compartido. Como solo hay dos habitaciones ocupadas, disfrutaremos del baño en exclusiva 😊
Por la noche, el hostal se queda “solo”, sin los responsables del hostal, únicamente los huéspedes. Es un poco extraño, pero tiene sus ventajas. Durante el desayuno conocemos a los otros huéspedes, una pareja argentina con un bebé.
Nos vamos a Península Valdés a ver pingüinos, lobos marinos, leones marinos y diversas especies de aves. Lo que no vemos son a las orcas varando en la playa para merendarse a los lobos marinos. Sucede de vez en cuando y es todo un espectáculo (nos dicen), pero no tenemos suerte. Los lobos marinos sí.


Regresamos tarde al hostal, a eso de las 21:30. La pareja argentina, Martín y Camila, están preparando su cena. Al vernos venir, nos preguntan si tenemos hambre y si deseamos unirnos a ellos. Aceptamos la invitación y disfrutamos de una parrillada y un vino argentino en buena compañía. Nos vamos a la cama a las 1:30.