Ushuaia

6 – 8 y 13 – 24 de febrero

Hemos llegado a la ciudad más austral del mundo. Sus habitantes la llaman “el fin del mundo”. Lo que comenzó como un penal penitenciario allí por el año 1918, se ha convertido en una ciudad de noventa mil habitantes y punto de partida de la mayoría de las expediciones a la Antártida. De hecho, es la ciudad más grande de Tierra de Fuego, incluyendo la parte chilena, que de todas maneras está muy despoblada.

Esta ciudad es también el punto de partida, o llegada, para todos aquellos que hacen la ruta Pan-Americana Alaska-Ushuaia, entre ellos no pocos en moto.

La ciudad en si tienen su encanto, pero es su situación y sus paisajes lo que más impresiona. Limitada al norte por las últimas estribaciones de los Andes y al sur por el Canal Beagle, se extiende a lo largo de una bahía que la protege de los temporales.

Ushuaia vista desde los Andes. La tierra al otro lado del canal pertenece a Chile

Os paso alguna foto de las construcciones originales. Muchas de ellas se construyeron con madera y chapa y sin cimientos, de manera que se pudieran cambiar de ubicación. Hay una película argentina un poco surrealista, „El viaje“ de Pino Solanas, que muestra al principio la ciudad y el penal, así como un cambio de ubicación de una casa.

Una de las primeras viviendas en Ushuaia
Esta reconvertida en un café

Hay mucho que hacer por aquí. El primer día salimos en barco por el canal, a ver pájaros, lobos marinos y la costa desde el mar y por la tarde hacemos un poco de senderismo por la costa.

Al día siguiente hacemos el check-in para el crucero y nos vamos al Glaciar Martial, situado justo encima de la ciudad. Nos quedamos a 50 metros del hielo, una pared de 20 metros de altura se interpone en nuestro camino. Algunos senderistas jóvenes se atreven a subir por la mojada pared, pero la mayoría optan por la prudencia. Descendemos a tiempo para el embarque (18 h) e iniciamos el crucero.

La perspectiva engaña. Llegamos hasta donde se ve a una persona de gris (abajo en el medio)

El día 13, después de 11 horas de autobús (desde Punta Arenas hasta Ushuaia) regresamos a la ciudad, que nos recibe con una lluvia torrencial.

Teníamos pensado quedarnos hasta el 16 en Ushuaia, pero no contábamos con la eficiencia de la logística argentina. El parabrisas tenía que haber llegado entre el 8 y el 13, al final nos llegó el 22 (carnaval de por medio), se montó el 23 y pudimos partir el 24. Durante este tiempo cambiamos tres veces de domicilio (no sabíamos cuando llegaría el parabrisas) y nos dedicamos a hacer senderismo (los días que no llovía demasiado) por el Parque Nacional Tierra del Fuego y alrededores, explorar pistas de grava por la Península Mitre, comer bien y visitar museos, entre ellos el Penitenciario.

Este puerto tiene tres barquitos de pesca, pero las centollas que sacan son excelentes. A 84 km de Ushuaia, 45 de ellos por pista.

El tiempo ha estado muy inestable estos días, con una bajada importante de las temperaturas y nevadas por encima de los 300 metros. Una de ellas nos pilló en coche, con bastante agua-nieve por la carretera y prohibición de circular con neumáticos de verano (los que llevamos puestos, claro). Menos mal que la Bestia puede con todo.

El frío y mal tiempo no son excusa para celebrar la rúa de carnaval. Por los atuendos podréis observar que por allí no se amilanan ni por un poco de frío ni por los complejos. Cada uno tiene el cuerpo que tiene y lo  luce con orgullo.

Lo importante es divertirse y ellas parecían pasárselo muy bien
¡Ay!, el futbol y los argentinos

También hemos llegado al final de la ruta nacional 3 (RN 3). Ya he comprado la calcomanía que lo acredita y que pegaré en las maletas de la moto como buen fantasma que soy.

Final de ruta

Tierra del Fuego es un lugar virgen y fascinante, aunque tenga un clima bastante duro.

Mejillones y lapas por todas partes, como en la costa catalana hasta los años 70

Schreibe einen Kommentar

Beginne damit, deinen Suchbegriff oben einzugeben und drücke Enter für die Suche. Drücke ESC, um abzubrechen.

Zurück nach oben