Oportunidades perdidas

21 – 22 enero

El tiempo apremia, el 23 tenemos que estar en Chile. Hoy queremos visitar dos lugares que están “de paso” en nuestro periplo por la RN 3 hacia el sur.

El primero es Puerto Deseado. Tomamos la desviación y tras tan solo 120 km llegamos al pueblo. Sólo nos quedamos 3 horas, aunque nos hubiera gustado quedarnos 3 días. Una lástima.

Puerto Deseado, un paraíso para fotografiar aves

El segundo es el Parque Nacional Bosque Petrificado. Tomamos la desviación y tras 50 km de pura y dura grava, llegamos al Parque. Muy interesante, vale la pena visitarlo. En un paisaje muy bonito, se puede ver como la erosión ha ido descubriendo troncos gigantescos de araucayas primitivas que, tras una erupción volcánica, se petrificaron por la introducción de átomos de silicio en la estructura de los troncos. El que quiera ver los árboles petrificados, que se mire el blog de Marita.

Paisaje desde el Bosque Petrificado. Tuvimos suerte, el día era poco ventoso.

Seguimos hacia Puerto San Julian, donde hacemos noche. Por la mañana hacemos el bruto con el coche por sus playas. Nos encontramos a un motero portugués dando la vuelta al mundo. Después de una charla agradable y un par de consejos sobre la ruta a seguir (el va hacia el norte), nos despedimos de el. Puerto San Julian es otro lugar donde nos hubiera gustado quedarnos un par de días más. Pero tenemos que seguir hacia el sur.

Playa de la Mina, al norte de San Julian

Por la tarde llegamos a Puerto Gallegos, la última ciudad de la Patagonia Atlántica. Hace frío, comenzamos a olvidar el verano. Llevamos más de 4000 km recorridos. Tomamos rumbo al oeste.

Y aquí un detalle; hacemos noche en La Esperanza, un pueblucho en el cruce de carreteras RP 5 y RP 76, en un hostal de carretera. El precio de la habitación es bastante alto, pero bueno, al menos tiene el desayuno incluido, pensamos. La sorpresa la tuvimos a la mañana siguiente. El “desayuno” consistía en agua caliente para disolver café y leche en polvo, unas pocas galletitas con azúcar de colores por encima y un par de crakers finos de los que usaríamos para poner encima pasta de aguacate. Nada más. Ni lo probamos, claro. En el blog de Marita hay una foto del suculento desayuno.

En el motel también se alojó un italo-chileno que viajaba en una Africa-Twin. Os podéis imaginar su comentario sobre el precio y el desayuno. Por cierto, por la mañana la moto no le arrancó y le tuve que ayudar a arrancarla. Solidaridad motera 😊

El viento le tiró la moto. Aquí ayudándole a subirse después de levantarla.

Schreibe einen Kommentar

Beginne damit, deinen Suchbegriff oben einzugeben und drücke Enter für die Suche. Drücke ESC, um abzubrechen.

Zurück nach oben